Era invierno, la estación de la muerte y del descanso cíclico de la naturaleza. En este entorno en el que el frío y el silencio se mezclan con la presencia de construcciones románicas y restos de monumentos megalíticos, surge una especie de vacío que parece impregnarlo todo. Ese vacío no es otro que ese infinito poblado de nada en el que todo es, simplemente, vacío. Vanidad de vanidades, todo es vanidad.

Proyecto realizado en residencia en CAMAC, Centro de Arte Marnay-sud-Seine, Francia. 2008

las flores que algunos muertos no quisieron
3’46”
2008

vanitas o la muerte de algunas flores
9’05”
2008

abandono
57”
2008

Cátalogo en PDF  algo sucede ahi fuera. Centro Huarte. 2009.